Consulte aquí las recomendaciones.
Los cambios que suceden durante el embarazo pueden causar alteraciones en la boca. Una de las consecuencias es que el bebé nazca antes de tiempo afectando su desarrollo durante los primeros meses de vida.
El tratamiento odontológico durante el embarazo es seguro y necesario para mantener la boca sana y no le causará ningún daño al bebé.
Durante el embarazo se puede presentar:
- Inflamación de las encías (estas se ponen enrojecidas y agrandadas).
- Sangrado de las encías.
- Sabor ácido en la boca causado por vómito y agrieras.
- Movilidad de los dientes.
- Dolor dental.
- Abscesos o cualquier tipo de infecciones en la boca.
Las recomendaciones son:
Primer trimestre:
- Valoración odontológica para enseñanza de higiene oral y realizar tratamientos prioritarios.
Segundo trimestre:
- Es la época ideal para hacer cualquier tratamiento odontológico que se necesite.
Tercer trimestre
- Citas más cortas para no cansarse.
- Tratamientos más urgentes.
- Se pueden tomar rayos X si es necesario, la anestesia local no causará ningún daño al bebé.
Indicaciones de salud oral
- Realizar un correcto cepillado con pasta dental fluorada mínimo dos al día. Cada cepillado debe durar 2 minutos.
- Usar hilo dental y enjuagues bucales con fluoruro.
- Hacer las visitas recomendadas para salud bucal de la madre y el bebé.
Indicaciones para el bebé:
- Consultar el odontopediatra en el primer año de vida o con la aparición de los primeros dientes que debe ser alrededor de los seis meses de edad, para recibir orientación sobre una adecuada higiene oral y correctos hábitos alimenticios.
- Seguir las recomendaciones del odontopediatra y visitarlo cada 6 meses.
- En la niñez las enfermedades de la boca que más se presentan se pueden prevenir con pequeños cambios en el estilo de vida, por eso es tan importante recibir consejería en los primeros meses de vida.
- Los buenos hábitos alimenticios favorecen el desarrollo de dientes y maxilares, y disminuyen el riesgo de caries.
- No se debe permitir que el niño duerma con el biberón en la boca, pues el azúcar presente en la leche puede causar daño en los dientes cuando estos empiecen a salir.