QUÉ ES LA ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA

Es el daño renal de más de 3 meses definido como anormalidades estructurales o funcionales del riñón, con o sin disminución de la tasa de filtración glomerular (TFG), manifestado por anormalidades patológicas o marcadores de daño renal incluyendo anormalidades en la composición de la sangre, la orina o en imágenes.
También se ha definido como la disminución de la TFG por debajo de 60 ml/min.

¿Cómo se clasifica?

Los factores de riesgo para desarrollar la enfermedad renal crónica son los siguientes:
Factores socio demográficos

• Edad > 65 años.
• Exposición a ciertos químicos y condiciones ambientales.
• Bajo nivel educativo / social.

Factores Clínicos

• Diabetes mellitus.
• Hipertensión arterial.
• Enfermedades autoinmunes.
• Infecciones sistémicas.
• Infecciones de las vías urinarias.
• Litiasis renal.
• Obstrucción de las vías urinarias.
• Neoplasias.
• Historia familiar de enfermedad renal crónica.
• Episodio previo de insuficiencia renal aguda.
• Reducción de masa renal.
• Exposición de algunos medicamentos.
Por esta razón todos los pacientes que tengan alguno de estos factores de riesgo deben ser detectados tempranamente en la consulta, iniciar el estudio de función renal e iniciar las medidas preventivas.
Estas medidas están encaminadas a reducir la progresión de la enfermedad, ya que se ha demostrado que una intervención temprana y juiciosa puede reducir el riesgo de presentar la enfermedad.
Entonces ¿Cómo podemos empezar?
• Asista periódicamente a los controles señalados por su médico, esto tiene como objetivo principal evaluar la eficacia de las intervenciones realizadas para el mantenimiento de la función renal.
• En caso de ser diabético debe mantener un control estricto de glicemia y seguir el tratamiento juiciosamente
• Mantener control de la tensión arterial verificándola al menos 3 días por semana, no interrumpir tratamiento de antihipertensivos o hipolipemiantes sin guía de su médico tratante.
• Mantenga hábitos de vida saludable (Reducción de peso para mantener un índice de masa corporal IMC ≥ 25 kg/m2.
• Reducción sal en dieta.
• Reducción ingesta de proteínas animales de acuerdo a estadio de función renal.
• Disminución ingesta de alcohol (pregunte a su médico).
• Realizar ejercicio regular de carácter moderado, por ejemplo, caminar 30 minutos diarios.

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 ¿SU HIJO TIENE ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA?

Información para padres y pacientes pediátricos

Guía para saber si su niño está enfermo del riñón

¿Qué es?

La enfermedad renal crónica, se refiere al proceso en el que los riñones enfermos van dejando de funcionar. Es un término amplio porque puede referirse a niños que están en las primeras etapas de la enfermedad, a los que tienen la enfermedad en grado moderado y a los que ya tienen enfermedad renal en etapa terminal.

¿Qué hacen los riñones?

• Filtran y limpian la sangre: eliminan desechos, toxinas y líquido sobrante para mantener el equilibrio de los componentes químicos del organismo.
• Controlan las vitaminas y minerales que ayudan al crecimiento y desarrollo de los huesos.
• Liberan hormonas que regulan la cantidad de glóbulos rojos y controlan la presión arterial.

¿Cuáles son los síntomas?

El diagnóstico temprano de la enfermedad renal crónica es difícil porque en las primeras etapas no suele causar síntomas evidentes. Cuando los síntomas aparecen, suelen ser inespecíficos (otras enfermedades también los producen) y no indican necesariamente que haya un problema en los riñones. Algunos de estos síntomas son: problemas para concentrarse, dificultad para dormir, cansancio, malestar general y falta de apetito. Por lo general estos niños no tienen dolor, a menos que tengan una infección en los riñones o en otro órgano.

¿Cómo se diagnostica?

Existen diferentes pruebas para valorar si los riñones están enfermos. El análisis de orina es una prueba sencilla y no dolorosa que aporta mucha información. Puede ser de una sola micción o de toda la orina recogida durante 24 horas.

El análisis de sangre puede usarse para evaluar el funcionamiento de los riñones mediante la medición de la creatinina. Con esta medición se calcula la capacidad del riñón para filtrar la sangre (filtrado glomerular).

La creatinina se elimina del cuerpo solamente por los riñones, por eso, cuando disminuye el funcionamiento de estos, se eleva la creatinina en la sangre.

¿Y qué se hace?

Según los casos, el médico podrá solicitar una ecografía para ver cómo son los riñones (forma, tamaño), una gamagrafía (valora la función) o una uretrocistografía (estudio radiográfico de la vejiga y las vías urinarias con un contraste que se introduce a través de una sonda urinaria).
También puede ser necesario hacer una biopsia renal, para obtener una pequeña muestra de tejido del riñón para analizarlo. Se hace con una aguja que se introduce a través de la piel guiada por ecografía, sin necesidad de cirugía.

¿Cómo se trata?

El tratamiento depende de la causa de la enfermedad renal crónica y del grado de la afectación. Existen cinco estadios que van desde el más leve o estadio 1 hasta el estadio 5. En las etapas 1, 2 y 3 no existen muchos síntomas, pero los riñones ya no están funcionando correctamente y esto puede causar complicaciones.

Como la enfermedad renal crónica es progresiva se pueden tomar medidas para retrasar la progresión y reducir al mínimo las complicaciones. El médico prescribirá distintos medicamentos según vaya siendo necesario.

¿Cuál es el futuro de un niño con una enfermedad renal crónica?

¡Hay buenas noticias! A menudo es posible retrasar la progresión, aunque en algunos casos es inevitable el deterioro de la función renal.
Es difícil predecir la velocidad con que la enfermedad renal crónica progresará, sin embargo, sabemos que en algunos casos ocurrirá, pero esto puede llevar cinco días, cinco años o 50 años y depende en gran medida de la prevención y el tratamiento de las complicaciones.

¿Quién está en riesgo de enfermedad renal crónica?

• Recién nacidos prematuros.
• Paciente que hayan tenido algún evento de falla renal aguda.
• Hipertensos.
• Diabéticos.
• Infecciones urinarias frecuentes.
• Alteraciones anatómicas de las vías urinarias.
• Pacientes con solo un riñón.
• Quistes renales.
• Enfermedades familiares renales.
• Niños que orinen sangre o proteínas.

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