NEUMONÍA

• Definición

Es una infección que compromete los pulmones. Generalmente existe el antecedente de una infección respiratoria alta como gripa o rinofaringitis viral, que evoluciona comprometiendo los pulmones.

Puede ser causada por virus o bacterias, por esto es muy importante que los esquemas de vacunación estén completos para disminuir su riesgo de aparición.

Los parásitos y algunos hongos pueden ocasionar esta infección, aunque en menor frecuencia.

• Síntomas

Al presentar infección en los pulmones, los síntomas respiratorios que vamos a encontrar incluyen:

Dificultad para respirar dada por respiración rápida, tirajes que es el hundimiento de la piel entre las costillas, cianosis que es el color azulado o morado que adquiere la piel por una baja cantidad de oxigeno en el cuerpo, fiebre, tos seca o con movilización de secreciones que puede interrumpir el sueño o la alimentación, alteración del estado general del niño: no come, irritabilidad, luce enfermo.

• Factores de riesgo

• Ausencia de lactancia materna.
• Esquema de vacunación incompleto.
• Recién nacidos con nacimiento prematuro (antes de la semana 37 de gestación).
• Exposición a humo de tabaco.
• Desnutrición.
• Vivir con muchas personas en un lugar pequeño (hacinamiento).
• Asistencia a guardería.
• Sistema inmune o de defensas débil.
• Enfermedades del corazón presentes desde el nacimiento.

• Diagnóstico

El diagnóstico de esta enfermedad inicia con la sospecha ante los síntomas presentados por el niño, al consultar al médico este confirmará el diagnóstico con toma de una muestra de sangre que puede evidenciar que los glóbulos blancos (células que nos defienden de las infecciones) están muy altos o bajos, una radiografía de tórax donde se verán los pulmones y si hay infección compatible con neumonía.

• Tratamiento

Mantener al niño hidratado continuando con la lactancia materna o ofreciendo líquidos de forma frecuente, control de la fiebre con antipiréticos, mantener las fosas nasales despejadas.

Si la neumonía es causada por bacterias su médico o pediatra le indicará antibióticos los cuales deben ser administrados a la dosis y por los días que estén escritos en la fórmula.

Durante la valoración médica se determinará la concentración de oxígeno en la sangre, de estar disminuido, probablemente el niño requiera hospitalización y administración de oxígeno, adicional, manteniendo una observación continua por parte de los especialistas.

Evitar el contacto del niño con personas con síntomas respiratorios, y el lavado de manos rutinario disminuyen la probabilidad de adquirir la infección.

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  Complicaciones

• Dificultad respiratoria severa que requiera soportar la respiración del niño con ventilación mecánica.
• Colección de líquido alrededor del pulmón.
• Choque, que es una condición en la cual la infección genera un aumento de la frecuencia cardiaca y disminución de la tensión arterial.
• Compromiso de otros órganos como el corazón, el cerebro o el riñón por la infección en el pulmón no controlada.

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  Cuando consultar

• Respiración rápida.
• Color azulado de la piel alrededor de la boca o en todo el cuerpo.
• Hundimiento de la piel entre las costillas o entre el pecho y la barriga del niño.
• Las fosas nasales del niño se ensanchan cuando respira (como cuando respira un conejo)
• Fiebre.
• Irritabilidad, muy somnoliento y pocas ganas de comer.
• Antecedente de gripa que no mejora, empeoramiento de los accesos de tos y los signos de alarma anteriormente mencionados.