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Detrás del tímpano esta el oído medio, el cual se puede inflamar por infección generando otitis. Esta inflamación genera presión sobre el tímpano y por eso es una enfermedad muy dolorosa.
Generalmente la infección se origina por la oclusión parcial o total de un conducto que comunica el oído con la garganta llamado Trompa de Eustaquio, al estar obstruido las secreciones del oído medio no pueden drenar a la garganta, acumulándose y predisponiendo a infección.
Los niños pequeños y los bebés tienen trompas de Eustaquio de menor tamaño, por lo que son mas fáciles de obstruir y generar infección.
Entre las causas que pueden generar esta obstrucción están: la gripa o resfriado común, la inflamación de las mucosas secundaria a alergias como la rinitis alérgica, exposición a humo de tabaco, reflujo gastroesofágico, uso de biberones e infecciones de la garganta.
El dolor es muy frecuente, por eso el bebé o niño puede iniciar con irritabilidad, llanto excesivo, se toca o hala de la oreja y habitualmente también hay fiebre. Este cuadro puede estar precedido de gripa o resfriado común (que genera la obstrucción de la trompa de Eustaquio).
• Ausencia de lactancia materna.
• Padres fumadores o exposición a humo de cigarrillo.
• Invierno por el descenso de la temperatura o en ciudades de altitudes altas como Bogotá, porque predisponen al desarrollo de infecciones respiratorias.
• Uso de biberones.
• Antecedente de otitis a repetición.
• Asistencia a guardería.
El diagnóstico lo realizaré el médico o pediatra, visualizando el tímpano del niño con un otoscopio. El tímpano se verá abombado, rojo y opaco. En algunos casos puede tener perforaciones con salida de pus.
La otitis puede ser ocasionada por virus o bacterias, por esto la prescripción de antibiótico dependerá de cada caso y no se realizará a todos los niños.
El manejo inicial será manteniendo al niño hidratado, continuando con la lactancia materna u ofreciendo líquidos de forma frecuente, controlar la fiebre con acetaminofén o antipiréticos y manteniendo las fosas nasales despejadas.
Se indicarán antibióticos si no hay mejoría de los síntomas en 48 horas, si hay fiebre persistente y si el aspecto del niño esta comprometido o se ve muy enfermo.
En caso de requerir antibiótico es muy importante que los padres o cuidadores administren la dosis indicada por su pediatra, y que no suspendan el tratamiento hasta completar los días escritos en la formula médica.
Generalmente las otitis son de buena evolución y mejoran adecuadamente. En algunos casos se pueden presentar de forma repetida por lo que el niño debe recibir seguimiento por un pediatra.
Entre las complicaciones de esta enfermedad podemos encontrar:
• Perforación del tímpano
• Infección del hueso que rodea el oído (mastoiditis)
• Infección del cerebro (meningitis)
• No mejoría de lo síntomas a las 48 horas.
• Deterioro del aspecto del niño, que luzca muy enfermo o muy decaído.
• Dolor muy intenso que no cede con la administración de analgésicos.
• Fiebre que no cede a pesar de la administración de antipiréticos.
• Secreción purulenta que sale por el oído.
• Deterioro del estado de conciencia, irritabilidad excesiva, dolor de cabeza intenso, inflamación marcada del área alrededor del oído.
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