MUERTE SÚBITA, ENFERMEDADES CRÓNICAS Y DEPENDENCIA AL USO DE FÁRMACOS, PRINCIPALES CAUSAS DE LA AUTOMEDICACIÓN EN TIEMPOS DE COVID-19
- Según el Hospital Infantil Universitario de San José, los ingresos debido a intoxicación por automedicación al haber ingerido desde medicamentos no prescritos hasta hipoclorito de sodio o dióxido de cloro, han venido en aumento considerablemente desde el inicio de esta pandemia.
- De acuerdo con datos de la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, en el tercer trimestre de 2020 se registraron 173 intoxicaciones por la ingesta de fármacos. Acetaminofén, Benzodiacepinas y Tramadol, los más consumidos.
- Según esta misma entidad, durante el mismo periodo de 2020, el 45% de las intoxicaciones por fármacos corresponde a menores de 10 años.
- El doctor Miguel Tolosa, Coordinador del Servicio de Farmacología y Farmacovigilancia del Hospital Infantil Universitario de San José, explica cuáles son los principales riesgos de esta práctica.
El desconocimiento frente a la efectividad de algún tratamiento para pacientes con Covid-19, ha generado que personas en todo el mundo recurran a la automedicación para prevenir o tratar los síntomas del virus, derivando, incluso, en que muchas de ellas consuman sustancias como el hipoclorito de sodio y la hidroxicloroquina.
De hecho, las mayores consecuencias de estas intoxicaciones se evidencian con síntomas que van desde el vómito, la diarrea y la baja presión arterial, hasta problemas en el hígado y riñón, que en ocasiones son irreversibles, según los especialistas en toxicología del Hospital Infantil Universitario de San José.
Y es que la Secretaría Distrital de Salud prendió las alarmas sobre las cifras de automedicación en Bogotá, pues durante el segundo trimestre de 2020, se registraron 173 intoxicaciones por fármacos en la capital.
En este período, el mayor porcentaje de estos eventos correspondió al uso de Acetaminofén (16.8%), Benzodiacepinas (8.7%) y Tramadol (4.0%). El organismo público también concluyó que los menores de 10 años son quienes más han sufrido de intoxicaciones por fármacos con un 45,5%, seguido de intoxicaciones al parecer accidentales en mujeres adolescentes con edades entre 11 y 21 años con un 16,8%.
“La automedicación en medio de la presente coyuntura sanitaria preocupa cada vez más a los profesionales de la salud pues, de acuerdo a los registros oficiales, los ciudadanos han optado por consumir toda clase de medicamentos como analgésicos, antidiarreicos, antibióticos e infusiones herbales que provocan efectos adversos, intoxicación e incluso la muerte”, señaló el doctor Miguel Tolosa, Coordinador del Servicio de Farmacología y Farmacovigilancia del Hospital Infantil Universitario de San José
En ese sentido, el doctor Tolosa, conceptualizó cuáles son los principales riesgos de la automedicación que deben ser tenidos en cuenta durante la actual etapa de emergencia sanitaria y el incremento de la tendencia a consumir medicamentos sin indicación profesional establecida:
- Generar dependencia al medicamento, tanto física como psicológica.
- Resistencia bacteriana ante la ingesta no prescrita e indiscriminada de antibióticos que puede llegar a ser contraproducente si el paciente llega a necesitar de la ayuda de estos en el futuro.
- Contraer enfermedades crónicas o no transmisibles como arritmias cardiacas, alteraciones hematológicas, depresión con intentos de suicidio, etc.
- Daños irreversibles en el hígado o los riñones con la posibilidad de que el paciente tenga que ser sometido a tratamientos largos, dolorosos y costosos como la diálisis.
- Ante el peor de los panoramas, la automedicación puede conducir a la muerte de la persona.
El doctor Tolosa explicó que “la mayoría de los productos que se usan en la automedicación son medicamentos creados para tratar enfermedades puntuales y por tanto tienen un efecto tóxico cuando se usan sin prescripción”. Además, agregó que dentro de los casos que han atendido en el Hospital Infantil Universitario de San José por intoxicación a partir de automedicación, los pacientes han ingerido, por ejemplo, sustancias mezcladas como el cloro junto con suplementos vitamínicos para tratar el Covid-19.
Es importante aclarar que la OMS ha reiterado que ningún producto farmacéutico ha demostrado ser seguro para tratar el Covid-19. En ese caso, lo que ha demostrado para Tolosa ser efectivo, ha sido el lavado de manos, el uso de elementos de bioseguridad, mantener el distanciamiento social y las demás medidas preventivas estipuladas por las autoridades.
De igual manera, el toxicólogo recomienda informarse adecuadamente y hacer uso responsable de los medios digitales para no crear futuros problemas de salud pública derivados de la falsa información científica y que incentivan la ingesta de sustancias contraproducentes para la salud. Muchas veces el remedio es peor que la enfermedad.
AUTOMEDICACIÓN
Se define como el propio tratamiento de los signos y síntomas de enfermedad que las personas padecen y ha sido la forma más utilizada para el mantenimiento de la salud. La fuente de conocimiento de las técnicas o “remedios” existentes en cada entorno cultural, se transmite de forma verbal de generación en generación. Antiguamente los “expertos” utilizaban los medios escritos para documentar las habilidades y técnicas de sanar, a las que se recurría cuando el autocuidado no era suficiente para restablecer la salud. Hoy en día contamos con métodos más eficaces, en el tratamiento de enfermedades, como: medicamentos sintéticos, biológicos y moléculas altamente innovadoras. Es necesario creer en la percepción de que el autocuidado sigue siendo necesario siempre y cuando se realice de forma racional y consciente, tanto para el manejo de enfermedades agudas y no graves como para la prevención a través de la práctica de hábitos de vida saludable. Para llegar a ese autocuidado racional es imperativo conocer los pequeños problemas de salud que se presentan a lo largo de la vida, con información veraz y calificada que permita establecer cuidados primarios y la percepción e identificación de los síntomas, la valoración de su severidad y la elección de una opción de tratamiento o la petición de ayuda profesional. Es necesario tener en cuenta que este autocuidado debe ser responsable, con conocimiento estricto e información profesional ya que prácticas como la automedicación sin control médico o farmacéutico ocasionan una serie de riesgos para la salud que en la mayoría de los casos son desconocidos por las personas que lo practican. Algunos estudios realizados en Estados Unidos hablan de 15.000 efectos secundarios reportados en los medicamentos. Países como España y Sudáfrica reportan entre el 40% y el 90% el número de episodios enfermizos tratados mediante la automedicación. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud el 6% de los medicamentos de prescripción se dispensan sin fórmula en las farmacias (es el caso, sobre todo, de analgésicos, antigripales y antibióticos). Numerosos estudios describen varios factores que influyen en que se haga un uso irracional de medicamentos entre los más frecuentes están la poli medicación, la indicación de medicamentos muy costosos y el uso innecesario de antibióticos.
Para alcanzar los objetivos propuestos con el fin de lograr la correcta atención y contención de un paciente ante determinada situación de enfermedad, se debe concientizar a los usuarios en el uso adecuado de medicamentos teniendo como principio que el paciente recibe la medicación apropiada a su necesidad clínica, en las dosis correspondiente a sus requerimientos individuales. Gran parte del cumplimiento de estos requisitos son cubiertos cuando existe una prescripción adecuada, una administración correcta del medicamento y el monitoreo de la terapia.
Finalmente, se recomienda que el paciente se deje orientar sobre los medicamentos que necesitan de prescripción médica y que siga las recomendaciones de dosis, horario y vía de administración dadas en la formula médica y no recomendar tratamientos farmacológicos que necesiten consulta médica.